Categoría: Entretenimiento

Los videojuegos nos dan la oportunidad de meternos de lleno en aventuras increíbles, convertirnos en las estrellas mundiales de cualquier deporte, descubrir nuevos mundos lejanos e imposibles o desatar toda nuestra adrenalina jugando contra nuestros amigos y tratando de derrotarlos en juegos de acción y estrategia. A pesar de ser el negocio cultural más reciente, en comparación con otros como el cine, la televisión o la música, los videojuegos ya se han convertido en la principal industria cultural en cuanto a facturación y ganancias, llegando a varias generaciones de jóvenes y no tan jóvenes que gastan buena parte de su tiempo libre disfrutando de sus consolas, de los juegos para ordenador e incluso de los atractivos juegos para teléfonos móviles y tablets que cada vez están dando más que hablar. Y es que cada cual tiene sus gustos, y por fortuna, hay videojuegos para todos.

Desde los que adoran la conducción hasta los que prefieren la acción de los disparos, pasando también por los que disfrutan muchísimo resolviendo puzles o saltando de plataforma en plataforma. Hay pocos juegos que combinen todos esos aspectos con maestría y equilibrio, pero uno de ellos es Ratchet % Clank, aparecido en el año 2002 para PlayStation 2, y semilla de una imponente saga que ha generado más de una docena de lanzamientos en los últimos veinte años, siempre para las consolas de Sony, aunque también hay juegos recientes para terminales móviles. Tal vez no haya conseguido la popularidad de otras sagas como Spyro o Crash Bandicoot, pero la franquicia del mecánico lomax que siempre va acompañado de su fiel robot a la espalda ha hecho disfrutar a millones de jugadores en todo el mundo, y es hora de darle el lugar que se merece en la historia del videojuego reciente, aunque sea con un artículo que hable en profundidad del desarrollo de esta saga.

Para varias generaciones desde el siglo pasado, Disney ha sido la factoría de los sueños realidad, el estudio de animación que conseguía captar esa magia con la que los niños crecíamos en aquella época, primero con películas tan especiales como Alicia en el Pais de las Maravillas, Pinocho o Robin Hood, y posteriormente viviendo una nueva época dorada con La Sirenita, Aladdin o el Rey León. Sin embargo, en paralelo a aquella época dorada de Disney, un estudio japonés conseguiría captar también esa esencia de la magia y lo imposible en unas películas que harían las delicias de los más pequeños, y que pondrían a la animación japonesa en boca de todos. Se trataba, por supuesto, del Studio Ghibli.

Este estudio japonés está formado por una gran cantidad de creativos, dibujantes e ilustradores, que han llevado a la pantalla algunas de las historias más entrañables y a la vez extrañas que hemos podido disfrutar en lo que a animación se refiere. Sin embargo, hay un nombre que siempre se relaciona con el estudio, y que aparece invariablemente siempre que se habla de él: Hayao Miyazaki. Ilustrador, director y guionista, Miyazaki se convirtió a finales de los 80 en la estrella de Ghibli gracias a películas como Nausicaa en el valle del viento o Mi Vecino Totoro. Antes de dar el salto definitivo con sus dos películas más reconocidas en Occidente, Miyazaki creo una particular película bélica para Ghibli, Porco Rosso, uno de los filmes más interesantes y cuidados de su filmografía.

Cuando en el verano de 1993 Parque Jurásico se estrenaba en los cines de todo el mundo, muchos volvimos a creer en la magia. El cine siempre había sido  una especie de ventana a un mundo de fantasía donde todo podía ocurrir, peor aquello que estábamos viendo ante nuestros ojos era algo más. Era como si tuviéramos de nuevo a los dinosaurios entre nosotros. Y sí, sabíamos que no estaban ahí. Pero por un momento nos llegamos a olvidar de aquello y los sentimos, como si no se hubieran marchado jamás. Aquella película marcó un punto de inflexión importantísimo para el desarrollo de los efectos especiales.

Este departamento se ha convertido en uno de los más importantes dentro del mundo del cine, porque hoy por hoy, la mayoría de películas de acción, fantasía o ciencia ficción tienen muchos efectos especiales, la mayoría de ellos generados por ordenador. De hecho, hay películas que casi se graban por completo en un croma verde con actores reales, para luego dar vida al entorno, a animales fantásticos y mitológicos o criaturas imposibles a través de la magia de los efectos digitales. Este sector ha ido ganando en importancia en los últimos tiempos y hoy por hoy es uno de los más demandados dentro de la industria.